Intento sobrevivir a las dos pasiones que me mueven y conmueven, una me deja dar rienda suelta a mi creatividad y ganas de investigar, de seguir aprendiendo y mejorar, me permite vivir y aportar mi granito al planeta, planteando otra manera de consumir; la otra me deja volar y tener los piés en tierra al mismo tiempo, sumergirme un ratito por la tarde en la tierra, desconectar y soñar con las flores que crecerán en verano, la belleza que se puede crear en un trocito de tierra, el mimo con el que hay que vivir el proceso desde la semilla, sabiendo que babosas, pulgones, hongos y mil enfermedades vendrán a visitarlas…

Intento compaginarlas, intento poder dedicarles el tiempo que tengo, pero siempre es limitado, algo estoy aprendiendo, llego a donde llego, y si intento ir más lejos fracaso, me decepciono, y no avanzo, cada avance es lento, lleno de altibajos y errores, pero de ellos aprendo y sigo adelante.